El hombro congelado, también conocido como capsulitis adhesiva, es una afección que puede causar molestias y dolor considerables, acompañados de limitación de movimiento en las articulaciones del hombro. Se caracteriza por un dolor persistente y una gradual disminución en la capacidad de mover el brazo. Para comprender mejor esta afección, exploraremos sus causas, síntomas, opciones de tratamiento y qué esperar en términos de su evolución.
Causas más Frecuentes:
El hombro congelado suele desarrollarse sin una causa precisa identificable en muchos casos. Sin embargo, existen varios factores que pueden aumentar la predisposición a esta condición:
- Lesiones previas en el hombro: tendinosis degenerativas o bursitis pueden desencadenar una respuesta inflamatoria que, eventualmente, conduzca a la formación de tejido cicatricial en la cápsula que rodea la articulación.
- Problemas médicos como la diabetes y enfermedades autoinmunes también han sido asociados con un mayor riesgo de desarrollar un hombro congelado.
- Inmovilización: cuanto más amplio sea el período de inmovilización más fácil será que se fibrose el tejido capsular. Existen múltiples casos de patologías de hombro congelado posteriores a una intervención quirúrgica o una fractura y su posterior inmovilización.
Síntomas y Zona de Dolor Asociada
Los síntomas iniciales de un hombro congelado suelen incluir dolor agudo o sordo en la parte superior del brazo y en el hombro y la incapacidad gradual para mover el hombro en todas las direcciones. A medida que progresa, la rigidez puede volverse más pronunciada, y las actividades cotidianas como peinarse o abrocharse los botones pueden volverse difíciles. El dolor y la incomodidad generalmente se localizan en la parte frontal y lateral del hombro.
Opciones de Tratamiento
El tratamiento del hombro congelado puede involucrar múltiples enfoques. El manejo inicial puede incluir medicamentos antiinflamatorios y fisioterapia para mejorar la flexibilidad y reducir el dolor. En casos más graves, los médicos pueden considerar inyecciones de corticosteroides en la articulación para disminuir la inflamación. La terapia física desempeña un papel crucial en el proceso de recuperación al ayudar a disminuir gradualmente la tensión del el tejido cicatricial o fibrosado y mejorar el rango de movimiento. Será un indispensable mantener la fuerza y estabilidad del hombro a lo largo de todo el proceso.
Evolución Esperada
La evolución de un hombro congelado puede variar mucho de una persona a otra. En general, la recuperación puede ser un proceso prolongado que puede llevar varios meses, manteniendo una fase de congelamiento normalmente de 4-6 meses. A partir de esos 6 meses y hasta los 2 años se produce la fase de descongelamiento. A lo largo de este tiempo, la consistencia en la terapia física y los ejercicios recomendados por los profesionales de la salud son fundamentales para lograr la recuperación total de la funcionabilidad del hombro.
A día de hoy hace falta mucha investigación al respecto. Dado que no se sabe la causa exacta de esta patología es muy díficil conocer el tratamiento más adecuado para cada persona. No obstante, una profunda investigación clínica y valoración inicial objetiva son claves para lograr un desarrollo positivo de la misma.